El Observador, GINEBRA.-Thomas Bach fue reelegido el miércoles como presidente del Comité Olímpico Internacional para un último mandato de cuatro años, en el que la misión apremiante de los próximos meses será sacar adelante los aplazados Juegos Olímpicos de Tokio.
El abogado alemán no enfrentó oposición y ganó la votación por 93-1, con cuatro miembros absteniéndose, tras un mandato de ocho años marcado por el escándalo de dopaje ruso y la primera cita olímpica que se pospone por una causa ajena a un conflicto armado.
“Muchas gracias desde el fondo de mi corazón por este abrumador voto de confianza y fe’, dijo Bach durante una reunión virtual de los miembros del COI.
Bach subrayó que Tokio es “la ciudad olímpica mejor preparada de la historia” y reiteró que los Juegos serán inaugurados el 23 de julio pese a las restricciones que persisten por la pandemia de COVID-19.
“La pregunta no es si estos Juegos Olímpicos se van a realizar sino cómo’, afirmó.Por culpa de la pandemia, Bach se pronunció frente a una muralla de pantallas de miembros conectados online, en vez de la asamblea que se había previsto para junio en Atenas.
Toda la incertidumbre del último año retrata perfectamente la presidencia de Bach — caos para los organizadores de los Juegos y estabilidad financiera para el COI en Suiza.
Bach presidió su primera justa olímpica en Sochi 2014, la cual fue salpicada por una vasta trama de dopaje urdida por el gobierno de Rusia.
Fue un “ataque sin precedentes de la integridad de los Juegos Olímpicos”, dijo Bach el miércoles.
“No nos olvidemos que hemos tenido que navegar por un mar de problemas desde 2014′, dijo Bach al resaltar el año de la cita invernal de Sochi.
Los deportistas rusas no podrán competir con el nombre y bandera de su país en Tokio, como el más reciente castigo por las secuelas del escándalo.
Pese a los costos adicionales provocado por la posposición de los Juegos de Tokio, Bach aseguró el futuro a largo plazo al extender varios contratos por derechos audiovisuales y de patrocinio hasta 2032.
También amarró las futuras sedes de los Juegos de Verano: París 2024 y Los Ángeles 2028. Y la ciudad australiana de Brisbane parece tener el camino despejado para 2032, en una estrategia que busca evitar el costoso proceso de hacer campaña y denuncias de compra de votos.