Futuro incierto el de los 16 proyectos de reforma

Por JUAN LÓPEZ

Importantes sectores de la oposición política y de la sociedad civil perciben un futuro incierto para los posibles resultados de los 16 proyectos de reformas que se están conociendo en el Consejo Económico y Social (CES).

En ese amplio proceso se busca satisfacer al presidente Abinader, quien manifestó, en una de sus frecuentes exposiciones en programas de TV que, al dejar el palacio presidencial, “quiere ser recordado como el presidente reformador”.

En atención a esas aspiraciones, el 18 de agosto del 2021, se convocó al CES para conocer 12 diferentes proyectos de reformas; a los que se agregaron otros 4 proyectos. Es decir, a partir de esa convocatoria, el CES se encuentra “inmerso” en el conocimiento de 16 posibles reformas, con las que se pretende modernizar (¿) la institucionalidad y transparencia del Estado, fundamentado en las metas políticas del presidente Abinader.

Con ese paquete de proyectos se olvidaron dos importantes cuestiones: a) Las funciones constitucionales del CES y b) La máxima popular que aconseja: “Quien mucho abarca, poco aprieta”.

En nuestra Constitución se establece (Art. 251) este mandato: “…en la construcción y fortalecimiento permanente de la paz social… para promoverla habrá un CES, órgano CONSULTIVO del Poder Ejecutivo en materia ECONÓMICA, SOCIAL Y LABORAL, cuya conformación y funcionamiento serán establecidos por la ley.”

Precisamente, en la Ley 142-15 que crea el CES, en su Art. 5, se establecen, muy claramente, sus funciones: “El CES es un órgano consultivo y de concertación social que, a solicitud del Presidente de la República o a iniciativa propia, puede: Examinar y estudiar los problemas económicos, sociales y laborales que afectan a la sociedad dominicana.”

Además de ese expreso mandato, en ninguna de sus otras 16 funciones se le reconocen facultades al CES para abordar temas y situaciones relacionadas con aspectos constitucionales, jurídicos ni políticos, razón por la cual es un garrafal error y extralimitación asignar al CES el conocimiento de los proyectos de: a) Reforma constitucional. b) Reforma Electoral (leyes 33-18 y 15-19), y c) política exterior y migración.

Además, las resoluciones y recomendaciones del CES no son vinculantes a las funciones y decisiones del Congreso Nacional, poder del Estado, independiente del Poder Ejecutivo, donde definitivamente se habrá de conocer y aprobar los proyectos relacionados con la Constitución, la reforma electoral y la política exterior y migración.

Desde hace más de seis meses, en las 11 mesas temáticas creadas en el CES para conocer el paquete de proyectos, se está trabajando muy lentamente, principalmente, abordando la metodología del diálogo, para arribar a determinados consensos o disensos que, posteriormente, se remitirán al Poder Ejecutivo, que decidirá el destino final de cada proyecto: Unos irán al Congreso, otros sometidos a comisiones específicas, para algunos se emitirá un decreto o mientras que un grupo caerá en el archivo el muerto. .

El conocimiento de tantos proyectos al mismo tiempo, el Presidente Abinader hay una dispersión de esfuerzos, olvidando que “quien mucho abarca, poco aprieta”. Por esa razón le exhortamos que, para evitar el futuro incierto de varios de esos proyectos de reformas, proceda a enfocarse en los problemas fundamentales que reducen la calidad de vida del pueblo dominicano, ante los cuales crece la preocupación por el crecimiento de inflación, la pobreza, la delincuencia social e inseguridad ciudadana.

Esta reflexión tiene como propósito llamar la atención al gobierno del PRM-Abinader para que se concentre en los proyectos que son necesidades prioritarias, tome “el toro por los cuernos” y proceda en serio materializar la unidad nacional y, consecuente con la crítica coyuntura mundial, se desestimen los proyectos y actitudes que dividen; para iniciar el proceso que nos permita avanzar en un auténtico diálogo productivo con la oposición política y organizaciones de la sociedad civil que nos conduzca a la verdadera concertación nacional. ¡Ojala este clamor encuentre receptividad!

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