El Observador Digital, NUEVA YORK.- El juicio contra el supuesto narcotraficante Geovanny Fuentes Ramírez por tráfico de drogas, un proceso en el que se ha implicado repetidas veces al presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, dará comienzo este lunes en Nueva York.
Los fiscales federales estadounidenses han asegurado durante la preparación del juicio que el presidente hondureño presuntamente aceptó millones de dólares en sobornos por parte de una organización de narcotraficantes con la que también estaba implicado su hermano Tony, condenado en octubre de 2019 en EE.UU. por delitos de tráfico de drogas y armas.
El presidente hondureño, que pese a las acusaciones no figura como imputado, ha negado repetidas veces las acusaciones, que podrían detallarse públicamente durante el juicio que comienza hoy en la corte federal del Distrito Sur de Manhattan y podrían decidir el futuro del mandatario del país centroamericano.
Fuentes Ramírez, de 50 años, fue detenido hace un año en Miami y se ha declarado no culpable de los cargos de tráfico de cocaína y tenencia ilegal de armas.
En el anuncio de la detención, el Departamento de Justicia de Estados Unidos aseguraba que Fuentes Ramírez había “conspirado con políticos de alto nivel y miembros de la Policía Nacional para operar laboratorios de cocaína en Honduras y distribuir la droga por rutas aéreas y marítimas”.
Juan Orlando Hernández ha sido un estrecho aliado de Estados Unidos desde 2014, primero con el presidente Barack Obama y posteriormente desde 2017 hasta enero de este año con Donald Trump.
Las revelaciones durante el juicio que comienza este lunes en Manhattan ponen en riesgo las relaciones de la nueva Administración de Joe Biden con Tegucigalpa, especialmente en lo que refiere al plan de ayuda a Centroamérica para evitar las oleadas de inmigrantes a la frontera sur, un plan para el que el nuevo presidente ha comprometido unos 4.000 millones de dólares.
Las investigaciones de la Agencia de Control de Drogas (DEA) sobre la implicación de altos funcionarios hondureños en el tráfico de drogas comenzaron en 2013, por lo que abarcan desde el comienzo de la Presidencia de Hernández.